Alrededor de las 0020 salí rumbo al bar, sin haber concluido mi tarea, con nota, acerca de Bukowski, tratando de concretizar algunas de las nebulosas ideas que pululaban mi cerebro.
Lo único claro, hasta el momento, es que el término “underground” no deja de parecerme cliché, manoseado y de lo más ‘sine nobilitae” que puedo ver en cualquier tipo de expresión.
Buscaba algún borracho para preguntarle acerca de “lo underground”, suponiendo que su respuesta no sería muy diferente a la sopa de letras o al texto del susodicho viejo asqueroso (autodenominado) de Bukowski, quizá un animus gemelo. Imaginé un viejo panzón, oliendo a borbon de mala calidad.
Llegué a las 0130 a una especie de bar, con chicas extrañas, seres a medio camino y hombres. En medio de ellos, un viejo panzón, manoseando a una chica de unos 20 años, de atuendo punk y un vaso en su mano derecha. “Un Bukowski chilensis” pensé.
Me senté al lado del hombre y la chica me ofreció de su trago, mientras llamaba asqueroso viejo caliente a mi reciente vecino. Yo agradecí a la chica y la mantuve a mi lado, hasta que el viejo proclamó:
- ¡Pero de todos modos, tu coño probablemente apeste!- Yo, tomando a mi vecino del hombro, intenté calmarlo
- Tranquilo, hombre, te invito un trago, o los que sean- a lo que respondió arqueando las cejas y mascullando un largo–Mmmh-
Después de varios tragos (y todos distintos, pasando incluso por el Ron Silver) pregunté al viejo:
- ¿Haz oído hablar del “Under”?- y él respondió
-¿Haz oído hablar de las notas de un viejo asqueroso?-
Yo con mi cara de siempre le dije:
- Snob- a lo que el replicó
- Me parece lo más hijoputesco que he escuchado-
Yo le hablé de Heidegger, Herman Hesse, Jorge Luis Borges, Nietzsche, Bach y Cocteau Twins, etc. Él dijo:
-¡Un campari tónica!-
El viejo me recordó esos morenos y pelopinchos seres, más bien toscos y pequeños, con sendas esvásticas en sus brazos o pecho, hablándome de la raza pura morena, baja; y algo de su cráneo (mesocéfalo, braquicéfalo o doricocéfalo, según su procedencia o caso particular)
Después de llamar al tipo snob, cliché, aparentador, poco comprometido, lite y etc, hube de recibir su respuesta:
- No eres más que un jovenzuelo rebelde que no quiere afrontar que se convierte en adulto, no creas que detrás de tu disfraz de punk y tu supuesto underground no snob, no underground serás diferente-
Yo, como para ofenderlo más, senté a la muchacha sobre mis piernas y la dejé acariciar mi cuello con su boca, roja como sus intenciones. Acto seguido, bebí otro poco.
Él dijo:
- Yo, Henry Charles Bukowski, el mejor escritor vivo soy apabullado por el peso de tu insolente juventud, por el campari, por el formidable cuerpo de esta chica que quiere raptarte, por el underground y las masas, pero mi literatura no es, ni será, snob, pues expresa mis ascos y amores, mi sexo y mi borrachera.
Tú, joven literato que lees a Nietzsche, hoy tienes 20 años, mañana tendrás 50, tú perseguirás a las mujeres, beberás como el fin del mundo y escribirás tus notas, notas de ti, un viejo repugnante- se levantó, tomó la botella y se fue cantando, creo que una melodía de Bela Bartok.
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