Fuego del Cielo

Vio Dios a los hombres
correr como hormigas
enloquecidos, gritando
y mirando hacia el cielo

Tomando cuerpo de hombre
descendió y les habló diciendo
¿No es acaso vuestro deseo
que sea manifiesto mi próximo nombre?

Pero ellos asustados, sin mirarle, dijeron:
¿Es necesario, Señor, que tu nombre
venga en medio de temblores
y destrucción?

Así Dios ascendió al Urano
y dejó caer fuego desde lo alto
¿será cierto que el llanto ni el dolor
dan entendimiento a mis criaturas?

Pero los hombres no pudieron ver,
siquiera notaron su propia luz
olvidaron el numen y la lluvia de barro
y alabando al demiurgo,
durmieron 2000 años.

Aun no escuchan
los truenos


251106

Hogueras a Dionisios, mariposa y ditirambo

Desde niño me ha gustado el fuego
su dorado y armonioso caminar
adornando una antigua casa
y entibiando mi noche.

Absorto en su ritmo,
el crepitar de su danza,
imagino a una delgada jovencita
suspirando entre mis brazos

Ya han pasado varios años
y aquella víspera sensación
yacía diluida y lejana,
apareciendo, años ha,
en ilusiones de hace tanto.

Pero la sol se incedió,
volviéndose ditirambo,
mariposa en el aúlide,
poniendo alas a mi espalda
y llamas en mi pecho.

Desde siempre,
mi alma sigue al fuego,
su delicada y femenina figura,
fulgurando luz a mis sueños
y amándome por las noches.


241106

CLXI

La noche ha muerto,
como infinitamente
morirá esta noche,
sin haber alcanzado a retener
un dejo de tu respiración
en mi pecho.

¿Dónde fueron todos
los suspiros
que robé
al abrazarte?

¿Dónde está el fuego?
Aquel embriagador dejo rosa
de los atardeceres de verano,
mientras te desnudaba,
lentamente,
embriagado
de los sabores
de tu cuerpo.

Infinitamente
muere esa última noche
de junio
en que nos separamos,
para,
quizá,
nunca volver
a entregarnos
uno al otro.


010994

Sueños y Noches III

Imagino que la noche
tiene algunos secretos
que sólo yo puedo alcanzar

Es por eso que se dibuja
en forma humana
y toca mi alma
a ver si contesto

Entonces,
al atizar en mi aura
un dejo de su aliento,
sabe envolverme
con su cuerpo

A veces la noche sueña,
yo guardo algún secreto
y sólo ella puede alcanzarlo


270595

Cerro Abajo

¿Has corrido, alguna vez
cerro abajo,
cuando noviembre
despierta sus flores?
¿Te has sentido volar?

¿Has ido con el viento
cuando el cielo se viene abajo
en una tormenta?
Mientras los rayos caen,
a tu costado.
¿Te has sentido inmortal?

Pues todo esos pequeños detalles
que nos dio la creación
nos recuerdan
que vamos hacia Dios

Hoy, que ya no estas conmigo
y sólo tu recuerdo aparece,
cuan fantasma
en algunos sueños míos
no hay noviembre que me levante
ni lluvia que me inmortalice.


170894

220

Aun nadie sabe
que ha sido de nuestra luna
incluso se ha propuesto
que fue tragada por la sombra

Inquietos, nosotros,
la hemos recordado con cantos
y rituales fúnebres
como si hubiera muerto.

Yo mismo, en un arrebato de fe
le he compuesto una melodía
y un par de plegarias

En ellas imploro a los mares
por una leve respuesta
en forma del rocío nocturno
que su luz lograba encender

Así el rocío y la luna
trazan con el viento
el tenue contorno
de una mujer.

Aun no se si eres tu, la Luna
en el disfraz tangible de una mujer
o quizá tu misma
te disfrazabas
de noche y cielo.


110499

agasso daimon

Toma esta daga y abre tu piel,
lleva tu sangre al caliz de piedra azul.
La repetición de este ritual
ha de abrir la puerta
entre tu mundo y el mío,
ese salto al vacío.

Breve secreto, ve y atraviesa el portal,
que los enigmas te acompañen.
Si logras sobreponerte al vertigo
sobrevíviras a la locura.

Y ahora un par de pasos a tu mundo,
tus maravillosos cinco sentidos:
el exquisito toque de la piel
y el calor en mi propia sangre.

Breve secreto ve y atraviesa el portal,
camina en la cuerda de mi locura.
Si logras sobreponerte al vertigo,
sobrevivirás como un ángel demonio.


161106

Mar del Verano

Una dama vino a mí,
ofreciendo flores y sándalo
el dulce y tibio toque
del verano

pero era otoño en mi vida
y el estío había terminado
no recordaba el verde,
ni la dulce cosecha tardía
del verano

ella trajo sol a mis ramas,
reverdeciendo mi espacio.
Su tibia humedad
puso flores a mis rasgos

aunque pocas y pequeñas
son las rosas del invierno.
cuan inmensa es la dicha
de haberlas dado.


151106

Sueños de Tormenta

¿Haz visto llover sobre el mar?
Esa sensación de inmensidad
que produce el viento,
en un cielo pintado de invierno

Ese cielo gris
que cae a pedazos,
en un mar furioso.
Parecen amarse,
mar y cielo,
yo y la tormenta.

Hay un cierto dejo de nostalgia
en mí bajo la lluvia,
de noche y frente al mar,
apareciendo tú
en mis sueños de tormenta.

1990