Sunday, October 15, 2006

opuestos

Dios legó un destino al Hombre
indescriptible e inescrutable
por la vastedad que representa
para quien lo alcance

Puesto que las creaturas,
grandes y pequeñas,
los mares, la tierra,
el cielo y el sol,
simplemente son.

Porque entre la fuerza del mar,
el pasar de la tierra,
el fuego en el cielo
o el viento de escarcha,
Dios escogió lo sutil
como su eterna morada.

Por que Dios es absoluto y eterno
y el Universo es en DIos
es que ama lo sutil de llegar a ser
y ha legado al hombre a tal destino

Y dijo: sea el hombre
a imagen y semejanza
del universo que contengo,
Angel demonio
que pueda unir los opuestos.


210103

Monday, October 09, 2006

Angosto es el camino.

Dicen que el viejo quedó ciego
de ver a Dios.
Que luchó con Él,
entre los laberintos
de la fe
y sus angostos caminos

Esos ojos de Urano horizonte
tan perdidos como la fe del viejo,
entre los laberintos
de un Dios mutilado
por su espada de hierro

¿Qué quieres que vea?
me dijo una vez.
Te oigo, perdido,
en un laberinto infinito

Tomé una espada para matar a Dios
y acabar con el retorno,
cada herida es un nuevo laberinto,
vasto y de angostos pasillos.
¿Qué quieres que vea?
Abro mis ojos y veo a Dios
en un eterno camino.

160103

Friday, October 06, 2006

Forja

Si los hombres tuvieran ojos para ver,
maravillados, como niños frente al sol,
bailando entre las hojas de los árboles.

Si sus corazones latieran al soñar,
nobles y felices, la belleza.
Una cálida tarde de verano,
veloces, atravesando el prado.

Si los hombres pudieran oir
el canto, la risa, y el llanto.
el caer de la lluvia, el martillo y el relámpago,
sólo entonces podríamos llamarle
hijo de dios

De serlo, es hijo de un dios ciego,
amargo, triste y sordo.
un dios de prestamistas, palomas y carneros.
El dios único de un pueblo desterrado.

Pero los hijos de Dios somos blancos,
como la risa sonora de los niños,
cantarinas nuestras mujeres
como el caer de las lluvia.
Guerreros y poetas,
como el martillo y el relámpago.

071006

210

Cuando dios era fuego
los hombres se volvieron al agua
temerosos de la infinitud,
y de su propia muerte.

Intentaron ahogarlo
entre mares y cavernas,
pero un arco en el cielo
les mostró el sino de los tiempos.

Y trajo dios la tormenta,
y del agua envió fuego del cielo,
azules mensajeros
del canto eterno.

Y el agua vino a la tierra
volviendo despues al cielo,
pues la lluvia es un laberinto
y el tiempo, imperecedero.


160103