Monday, December 10, 2007

litho pyrós 2

Desde que conocí a la mar algo se movió dentro de mí. El reventar de las olas se clavó en mi interior, el rocío se alineó a mi piel, la sal me vistió de brillo y luz. Ella serpenteaba deleitándose con mi andar, acercándose, alejándose, dejándome creer que podía esquivarla.

La sal y su humedad fraguaron en mí un crisol, la piedra que era se fracturó y de su interior brotó el fuego. La sal portadora de la luz, la serpiente vestida de plata, la luna en el negro fondo, sobre el mar, caminando a la orilla.

Me doy cuenta que he recibido la mordida, que el veneno incendia mis venas, que el fuego me invade y deja sus huellas.

De pronto creo ver un destello, otro camino en el mar, el camino de mi reflejo en el mar. El martillo que ha roto la piedra ha encendido la hoguera, el crepitar de fuego marca el pulso en mi pecho.

Es entonces cuando me doy cuenta de la tarea de la noche y el mar, y las hogueras en mi pecho arden para siempre.

111207

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2 Comments:

Blogger LiRio said...

El veneno poderoso penetra la piel,
como surcos en la tierra
van mezclando dolor con placer,
provocando el espejismo insano
de la perpetuidad,
que solo el tiempo,
es capaz de disipar.

3:48 AM  
Blogger LiRio said...

HASTA CUANDO CENSURAS LOS COMENTARIOS

OOOH!!!!!

3:48 AM  

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