Thursday, April 05, 2007

212

No está permitido al hombre
conocer los hilos
de su destino,
pues se cree
preciso guardarlo de tal pánico.

Sólo algunas, muy pocas, veces
este toca al hombre
y le da el don
del futuro.

Los sombríos ángeles
que lo tienen
vagan meditabundos
y solos
hasta que se solicita
su presencia

Incluso Dios dijo:
“que no sepa tu diestra
lo que hace tu siniestra”

Puesto que cada hombre,
ángel y Dios
con el don de la visión
miró a los ojos de la muerte
y sólo pudo ver
su propio
arquetípico
rostro.


150298

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